La mañana del Jueves comenzó con un breve momento de oración compartida, guiado por Leo Ariño, Javi Montes SJ y Luis Argila SJ. Tras ese arranque, José de Pablo SJ y Juan Antonio Guerrero SJ presentaron la metodología que vamos a seguir los próximos días (la conversación en el espíritu) para ir trabajando los verbos (primerear, involucrarse, acompañar y fructificar). Cada verbo tendrá tres momentos. Una presentación, un rato de oración personal y un tiempo de conversación espiritual.
El proceso, entonces, pasa por la oración y el silencio, la escucha activa y vulnerable, y la conversación en el Espíritu. Se ofrecieron algunas pinceladas sobre lo que ha de ser el silencio y sobre lo que se espera de la escucha a los otros (no puede ser una escucha blindada o ideológica, sino una escucha activa -como la de la samaritana- y vulnerable -la sirofenicia-). También se planteó la existencia de distintos niveles de conversación (desde la cortesía a la creatividad colectiva), para animar al grupo a buscar conversaciones más profundas y comprometidas.
A continuación, Sergio García Soto SJ fue el encargado de introducir el primer verbo para este camino. PRIMEREAR.
Primerear tiene que ver con tomar la iniciativa, y acoger cierto riesgo del Espíritu. Dos claves obtenidas desde Evangelii Gaudium: SALIR y SIN MIEDO. Sería un error deshacer el camino andado ya en el encuentro anterior.
El regalo de la fe parte de Dios. Lo primero en la transmisión de la fe es eso. Dios hace. Dios ama primero. Dios convoca. Dios llama y envía.
El evangelio de Mc 4, 35-40 sobre la tempestad calmada («Vamos a la otra orilla») sirvió para acoger una triple llamada: (1) A des-acomodarse (2) Salir de la inmediatez y (3) Salir de la auto-referencialidad
Tras un rato de oración personal tuvo lugar el primer rato de encuentro de grupos. 27 grupos que dedicaron varias rondas a tratar de ir compartiendo los ecos de la oración con el siguiente esquema.
1ª ronda (¿Qué deseo compartir yo?)
2ª ronda (¿Qué me ha resonado de lo que he escuchado?)
3ª ronda (¿Qué nos está queriendo decir Dios a través de nuestra conversación?)
La tarde tuvo la misma dinámica, pero en esta ocasión con el verbo INVOLUCRARSE. Ana García Mina, delegada de Unijes, introdujo la reflexión sobre este tema. El texto del lavatorio de los pies del evangelio de Juan sirvió como punto de partida para contemplar lo que significa este “involucrarse”. De nuevo una cita de EG 24 ayudó a hace una composición de lugar. La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación, si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo. Los evangelizadores tienen así «olor a oveja y estás escuchando su voz»
Ana planteó 4 preguntas que ayudan a entender lo que significa involucrarse: (1) ¿Desde dónde? (2) ¿A dónde se nos llama? (3) ¿A qué se nos anima? y (4) ¿Cómo?
En su forma de ir desplegando esas cuatro coordenadas fue enumerando lugares que son origen o destino:
Desde el amor, desde una vida plena que pasa por la fraternidad de unos con otros, desde los últimos, los más sufrientes. Eclesialmente. Con una fe encarnada y compartida en donde hay focos, como pueden ser las personas más desfavorecidas, los verdaderamente últimos. También los jóvenes. Fue apuntando a grandes líneas de trabajo con las que necesitamos involucrarnos: La cultura vocacional, la cultura de la salvaguarda, el cuidado de la casa común… En cuanto al cómo, se hace imprescindible volver la mirada a los gestos y palabras de Jesús de Nazaret, que pueden iluminar nuestros propios gestos y palabras. Al respecto de las palabras, hizo énfasis en la importancia del testimonio personal, que no ha de ser hoy en día exclusivo de unos pocos.
Dos actitudes básicas permiten entender esta misión: la humildad y el cuidado.
A partir de este momento, la dinámica de la tarde fue la misma que en la mañana, un rato de oración personal, seguido -tras la merienda- de un nuevo momento de diálogo espiritual en los mismos grupos.
A continuación, terminamos la jornada de trabajo con la Eucaristía, que celebramos en la basílica de Loyola. Javi Montes, actualmente en San Sebastián, presidió la celebración, acompañado por Gerardo Villar, delegado de la PA de Castilla y León, y Pau Vidal, delegado de la PA de Cataluña. La Eucaristía fue muy participada y una ocasión para recoger el día con la invitación de Javi a poner en el centro a Cristo y hacer de él la fuente de nuestro servicio.
Tras la misa, la cena, y ya con ello damos por concluida la jornada de hoy.
Mañana, más
2024 04 11 – Información compartida de Infosj
