¡Feliz Pascua de Resurrección¡
El Misterio Pascual nos adentra en quién es Jesucristo, tocando nuestros labios y nuestro corazón, todo nuestro ser, lo que soy personalmente y lo que somos.
“La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón. Se refiere a la palabra de la fe que os anunciamos. Porque, si tus labios profesan que Jesús es el Señor y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás” (Rm 10, 8-10).
Escuchando por dentro la Palabra, Cristo pasa de un personaje de la historia para convertirse en una referencia personal, directa e inimaginable del mismo Dios. Jesús nos conduce a una comunicación personal con Dios que nos hace reconocerle como ERES, no un impersonal dios de la energía. Eres, Señor, más allá de nuestra historia, de nuestro sufrimiento, de nuestra muerte, de nuestras contradicciones, pecados y delitos. Eres cuando experimentamos soledad y vacío y nos encontramos con un hueco en el mismo Dios que asume la Historia y mi historia.
“ERES, Señor”, se convierte en luz para mi ser, para mi “soy”, ahora fortalecido y arraigado. Un yo fecundo y abierto incluso cuando en el mundo de la superficialidad digital nos encomendamos a otros dioses, como la riqueza, la fama, la competitividad o el propio ego, con formas diversas agresivas, ideológicas o rígidas. Todo ello nos viste por fuera pero nos vacía por dentro y se nos olvida que soy en un plano hondo donde aparece una luz que no me pertenece.
Esta experiencia “ERES-soy” es la que deseamos desarrollar y ampliar en un “somos”. Hoy es difícil trasladar y anunciar con profundidad lo que esto supone para la Humanidad, no solo para mí mismo. Hay injusticia, secularización, relativismo, polarización, consumismo… Estamos heridos de todo ello. En el próximo Encuentro de Provincia en Loyola 2023 deseamos saber cómo proclamar y declarar hoy a este Dios de Jesús. En esos días, vamos a tratar de revivir, reconocer, re-aprender y reflejar la fe de una manera distinta, no sabemos si nueva pero sí renovada.
La salvación que surge de Jesucristo nos anima a contemplar nuestra creación en el amor (“soy”), no en el caos incierto. Una salvación que nos da luz pero no nos evita la tiniebla. Invita a la justicia, pero no la impone ni la garantiza sino que nos pone en un camino hacia un mundo distinto. Nos da un Espíritu que soporta cambios, conflictos y nuestra propia limitación y nos une a la Creación integralmente asumida. Dios, en su relación personal, su ERES, pasa a darnos la misma vida de Jesús para siempre. Como decía el Papa Framcisco:
“Nuestra esperanza se llama Jesús. (…) Él está vivo y también hoy pasa, transforma, libera. Con Él el mal no tiene más poder, el fracaso no puede impedir que empecemos de nuevo, la muerte se convierte en un paso para el inicio de una nueva vida. Porque con Jesús, el Resucitado, ninguna noche es infinita; y, aun en la oscuridad más densa, en esa oscuridad brilla la estrella de la mañana”. (16/04/2022)
Os deseo para este tiempo pascual, que la Palabra se acerque a cada uno, para proclamarla con los labios y con el corazón: ERES-soy-somos.
Antonio J. España Sánchez SJ
2023 04 12